Ya los promotores y gerentes de proyectos se han percatado de la relevancia del civismo como factor positivo en el éxito mismo de sus inversiones. Ya escuchar el motto “espacio público” es cada vez más frecuente; es un concepto de cual se han apoderado los arquitectos, pero, más importante aún, los actores protagonistas del escenario político en sí. Los alcaldes, los regidores, los directores de planeamiento, los profesores en las escuelas y los mismos estudiantes, consideran este universo ya un componente inevitable en sus gestiones e iniciativas, tanto en lo cualitativo como lo cuantitativo.
Es tanto asi, que ya cadenas de supermercados -como se muestra en AAA082, con la serie de sucursales de los Supermercados El Nacional llevadas de la mano del talentoso Ja’El García-, centros comerciales, torres de oficinas y residenciales, advierten una determinada armonía frente a la entrega del volumen a la calle; si bien el inventario habitacional es el que todavía mantiene las obsoletas plazas de parqueo en los primeros niveles de los edificios, al menos se procura una amabilidad hacia el ciudadano y la configuración del espacio que antes era totalmente ignorada. En ese aspecto, esta edición ha querido mostrar, incluso antes de que varias de las obras elegidas hayan sido terminadas, los nuevos acuerdos entre la arquitectura y la ciudad, atendiendo al hecho de que en los últimos años se han venido construyendo y planificando piezas de mucho mayor escala en las ciudades principales del pais.
Nos pareció interesante abrir esta puerta hacia la crudite de las construcciones, dado que ya evidencian, acompañadas gráficamente por renders, modelos y perspectivas detalladas, su configuración eventual. Varias de las obras presentadas no han sido aún completadas, pero ya se pueden evidenciar la relación volumétrica de las mismas -Latitud 18, por ejemplo, que relaciona dos torres para distintos programas, al igual que Hábitat Center, Torre Multiusos, o el World Trade Center, conformado por varias torres de usos diversos-, un fenómeno nuevo en el país, que apenas se enfrenta al mercado con soluciones polifuncionales y multiusos, exitosas inmobiliariamente, y además ricas en la experiencia ciudadana, en zonas de las ciudades de mayor potencial comercial. De seguir el mercado con la tendencia actual, es de esperarse, que otros proyectos aprovechen estas soluciones y vayan enriqueciendo sus entornos respectivos.
Muchos de estos proyectos son de la autoría de firmas de arquitectura extranjeras, asociadas en diversos formatos con firmas locales de prestigio, las que aterrizan los esquemas conceptuales con las normativas vigentes, y dirigen al equipo de consultores, que salvo raras excepciones, son todos dominicanos. Una nueva generación de profesionales se hace evidente cada vez más, y, de seguir el ritmo de crecimiento que ha demostrado el país en los últimos 25 años, este grupo de técnicos, conocedores de la legislación local de diseño y construcción, y las posibilidades reales de una mercado de la construcción que ofrece cada vez más alternativas, menos limitadas y cuidadosas en los aspectos geográficos y climáticos.
El vehículo de motor, antes dotación fundamental en el atractivo inmobiliario, ha ido desplazándose hacia los niveles soterrados, permitiendo así un contacto mucho más seguro para sus usuarios y atractivo para las soluciones arquitectónicas. Hasta en los proyetos de pequeña huella, como los presentados por el Arq. Jorge Montalvo en Ciudad Juan Bosh, se hacer responsables de una elegante presenta del vehículo de motor. Pero no siempre es así; todavía las ventajas de aprovechar los lotes hasta los límites de los retiros, con estacionamientos directamente vinculados a las cada vez más congestionadas vías, suele ser la solución de facto, debido por lo general, al escaso tamaño de los solares desarrollados (20 x 40 metros siendo la norma más frecuente). Un aspecto interesante que se esta ensayando, es la consolidación de varios solares de escasa superficie, como fueron planificados originalmente en esas urbanizaciones, sobre todo del Polígono Central de Santo Domingo -NACO, Piantini, Serrallés, El Vergel, Evaristo Morales, Julieta Morales, Fernández, etc., que hoy en día comienza a unificar lotes contiguos y a aumentar las posibilidades de densificar y aumentar el perfil de la ciudad. Este hecho, previsible a todas luces, es probablemente la ruta a seguir, en muchos de los desarrollos del futuro inmediato.
No nos interesa aqui abordar temas de carácter estilístico. Entendemos que la globalidad de la cultura nos está acercando a lugares exóticos, que impactan grandemente en la imaginería del proyecto. Tal es el caso, por ejemplo -como pudimos constatar en AAA081 de la ciudad de Santiago, grandemente influenciada por la arquitectura colombiana actual, sobre todo, de la enérgica vitalidad actualmente imperante en la ciudad de Medellín. Los medios digitales, como el Facebook e Instagram, o los sitios de internet de casi todos los arquitectos actuales, (sobre todo de los más jóvenes), han creado un flujo de influencias extraordinario, fácilmente identificable en el contexto dominicano.
Entendemos que este será el segundo ejemplar de AAA de varios dedicado a este tema. Tenemos la impresión de que la tendencia ha de apoderarse de las ciudades, cada vez más frecuentemente. Sólo esperamos, que tengamos el tino de actuar con una identidad formal, paisajística y espacial propia, con el propósito de dominicanizar lo que parece ser un fenómeno facilista mundial. Ya veremos como nos deja parados el período post pandemia….