Zoom: una mirada abierta sobre el fenómeno urbano en RD
Gustavo Luis Moré: Saludos queridos amigos, gracias por hacer un espacio en sus apretadas agendas de trabajo y acudir a esta convocatoria abierta que AAA ha querido hacer con el fin de analizar, entre otros temas, el desarrollo urbano de Santo Domingo y de Santiago, y el impacto que la pandemia del COVID 19 ha tenido sobre las ciudades, la industria de la construcción y en nuestro quehacer profesional. Hemos propuesto unas preguntas con la finalidad de guiar esta conversación que, lejos de ser un intento académico, pretende arrojar una mirada común a un momento interesante de nuestro país y del mundo dentro del marco de amistad y camaradería que une a los que estamos aquí presentes.
Las preguntas que planteamos son las siguientes:
1.¿Cuál ha sido el impacto de la pandemia sobre el desarrollo urbano de las principales ciudades dominicanas y si la inercia previa a esta ha seguido o se ha modificado en algún aspecto?
2.¿En qué medida ha influido la empresa privada en la dinámica antes citada, su participación se ha reducido o ha variado en alguna medida?
3.¿Existen aspectos de la relación entre el sector público y la empresa privada que valga la pena destacar?
4.¿Qué ciudad dominicana se ha transformado a partir de la situación de pandemia que se inició en 2020?
Los temas quedan planteados, ustedes amigos tienen la palabra…
Omar Rancier: Lo primero que habría que definir es qué se entiende por desarrollo urbano? y eso no lo voy a contestar en este momento… en el sentido general de la pregunta, creo que hay poco tiempo para apreciar el efecto que la pandemia ha tenido sobre la ciudad; sin embargo, hay dos cambios importantes: primero, la apreciación del espacio público. La pandemia, -el estar encerrados- hizo que la gente tomara conciencia de la importancia del espacio público; y segundo el tema de la pandemia ha generado un sistema de pedidos, los llamados deliverys, que entiendo ha tenido un efecto negativo sobre la ciudad, porque los motoristas andan como chivos sin ley haciendo lo que les da la gana… En cuanto al aspecto de que, si la empresa privada sigue interviniendo en esta dinámica, yo pienso que la empresa privada siempre va a intervenir en la dinámica de la construcción física y social del espacio urbano. Pienso que hay que evaluar no sólo el tema de la participación privada, sino de la participación de toda la sociedad. Nosotros estamos en un proceso de expansión urbana increíble; en los últimos diez años nosotros hemos tenido un desparrame de la ciudad sobre el territorio de más de un sesenta por ciento; esto es mucho y tiene un costo, sobre todo los sistemas de la ciudad. Pienso también que es muy temprano para saber si hay una ciudad dominicana que haya sido modificada por el impacto de la pandemia… la pandemia inició hace dos años, un año y pico casi cerrados… las manifestaciones de ese proceso no se han evaluado todavía… no se sienten… lo que sí se siente es el impacto que ha tenido en la economía lo que eventualmente tendrá su repercusión sobre la ciudad… ¿Cómo la tendrá? Todavía tendremos que esperar un tiempo. Finalmente, el tema de la relación entre la empresa privada y la administración pública: primero la administración pública necesita construir unas reglas de juego para que la empresa privada pueda desarrollar sus proyectos, y por otro lado la empresa privada debe comprometerse a cumplir con las reglas que establezcan las autoridades. Nosotros hemos tenido muchos ejemplos de reglamentaciones que no se cumplen… quizás el más patético ejemplo que fue uno de los primeros esfuerzos que se hicieron con miras de regular y normalizar la ciudad son las regulaciones del Polígono Central: la Resolución 94-98…que simplemente no se cumplió y esa zona céntrica de Santo Domingo se ha ido desarrollando en función de los intereses de la empresa privada, en detrimento de los intereses de la ciudad.
Carlos Jorge: Mira yo creo que las ciudades cambian muy poco físicamente en el tiempo. Tú te pones a ver en la historia, y han habido muchísimas pandemias, han habido plagas, ha habido toda una serie de situaciones, guerras, etc. y eso no necesariamente se refleja en la forma física de las ciudades; lo que yo creo que ha cambiado es la manera en cómo nosotros la usamos. Eso que señala Omar por ejemplo, del aprecio del espacio público es importante, y paralelo a eso hubo una explosión increíble en el crecimiento del renglón segunda vivienda; por ejemplo, antes de esto en Casa de Campo tenían un inventario de más de mil y pico de casas que estaban en reventa; se vendieron todas y todos los proyectos tipo resorts han tenido un auge importante… vamos a decir que en ese sentido hay una inversión en otra parte del país que no se está haciendo en la ciudad solamente; o sea que realmente creo que el cambio está en como usamos la ciudad, no físicamente y yo no preveo un cambio significativo a corto plazo… Lo otro que ha cambiado también a mi parecer es el programa de diseño de todos estos desarrollos inmobiliarios que hay ahora, sustituyendo proyectos de apartamentos de tres y cuatro niveles por otro tipo de desarrollo, proyectos destinados a alquiler en la plataforma Airbnb que tienen una rentabilidad brutalmente alta. Es algo que me parece preocupante porque preveo que habrá menos diversidad en las comunidades con ese tipo de modelo de inversión, que es un modelo de inversión que preocupa también al sector hotelero; es un fenómeno nuevo que tiene un impacto negativo sobre la ciudad pero no es producto de la pandemia, corresponde a fuerzas económicas y, como dije antes, muchos capitales salieron de la ciudad a invertirse en segundas viviendas, de hecho muchas personas que hicieron esas inversiones todavía residen allá donde adquirieron esas viviendas. Entiendo básicamente eso, no habrá un cambio sobre la ciudad, simplemente en la manera en la que la usamos. El punto que señala Omar acerca de los deliveries es algo que se suma a una saturación que tienen ciertas partes de la ciudad como es el caso del Polígono Central, los accesos de los puentes, etc. Entiendo que la infraestructura se está quedando atrás del nivel de desarrollo que demandan los proyectos, eso es muy preocupante. Cuando vemos todos estos reglamentos: la 94/98, los estudios técnicos, las propuestas del Plan de Ordenamiento Territorial -POT Capital 2030 por ejemplo-, vemos que se habla de incremento de densidad y se menciona el tema de la infraestructura, pero la impresión que tengo es que las autoridades lo único que están haciendo es abriéndole la llave a la densidad, pero no tenemos ninguna propuesta de mejoría a la infraestructura o a la movilidad. Esos son, a mi parecer, los problemas grandes que tenemos ahora. Me parece que la APP o ley de alianza público-privada es algo muy interesante. Otra cosa que me llama la atención es que hay mucha gente trabajando de manera voluntaria para proyectos en la ciudad. Esto es algo que, por lo menos yo no tenía conciencia de que habían tantas iniciativas pero sí, hay muchas iniciativas particulares para intervenir en diferentes sitios, ayudar en temas de paisajismo; yo por ejemplo, pertenezco a un grupo que trabaja lo que sería el Design District; Traza_Do por ejemplo es una iniciativa muy interesante también. Eso es algo nuevo yo personalmente nunca había visto ese fenómeno en acción…
Gustavo Luis Moré: Bueno, desde el Grupo Nuevarquitectura eso existe…
Carlos Jorge: Quizás estoy equivocado, pero a Nuevarquitectura lo veía como un proyecto intelectual, lo veía como un proyecto de divulgación de los temas de arquitectura en sí. Lo que veo ahora es que estos esfuerzos tienen el apoyo de las instituciones, hay una mejor relación con el gobierno, con las autoridades. Es otra sociedad, es más abierta… ese es mi parecer…
Paul Toca: Mi intervención va en sobre todo a la relación entre lo que es gobierno, la municipalidad, el proyecto privado, etc.… coincido con el Arq. Omar Rancier en que el producto de la pandemia, si bien es muy temprano para ver cambios a nivel de la ciudad, si se percibe un cambio de uso o un re-uso del espacio público que antes no tenían esa intensidad; claro esto es propio del encierro. Creo que esto va a permear indiscutiblemente en los próximos desarrollos; ya por ejemplo hay proyectos que antes no eran comunes, como por ejemplo ese proyecto del malecón, creo que Murales se llama, que ya lo que plantea más que otra cosa, es un gran parque, una rambla donde caminar. Varios proyectos están bastante orientados en ese sentido. En relación con la municipalidad o el gobierno y la empresa privada, creo que estamos en una época dorada o el inicio de una época dorada, porque con la ley de APP se permite a los arquitectos ser los generadores de ideas de desarrollo de la ciudad. Nosotros estamos viviendo la experiencia de ser los diseñadores del Palacio de Justicia de la Provincia de Santo Domingo Este, que es un proyecto bastante grande, pero inmediatamente al lado estamos en el proceso de someter otro proyecto de igual envergadura; estoy hablando de tres mil o cuatro mil millones de pesos donde hemos sido nosotros los que decimos: “bueno, aquí en Santo Domingo Este, hace falta un centro que sea el generador o motor de desarrabalización de la zona…” y así como en otros pueblos la temática es la pelota, o cualquier otro deporte, aquí la idea es llevar el desarrollo de la cultura como agente de evolución social. En ese otro proyecto que estamos planteando al lado, utilizando al Palacio de Justicia como motor de dinamismo ciudadano. Este proyecto nuevo se plantea como un parque con intervenciones arquitectónicas dentro de el, privado… de carácter privado y de carácter público siempre con la visión de que el privado permita sostener el público. En ese sentido, una de las cosas públicas que vamos a integrar son una sucursal de la Biblioteca Nacional, acorde con lo que se considera una biblioteca en estos días, una sucursal de Bellas Artes, un pequeño anfiteatro y un sinnúmero de cosas que aparte de lo privado, que son el sostén económico que permiten que la ciudadanía haga un uso masivo de eso; ya sí como en la Plaza Colón hay conciertos musicales, aquí lo hagan unos muchachos que están estudiando. Se crearán un sin número de sinergias que se suscitan al tener juntas instituciones públicas, donde el ciudadano tiene que acudir a resolver ciertos asuntos con áreas de esparcimiento y por otro lado fomentar la cultura… entonces con la Ley de Alianzas Público-Privadas se nos permite a nosotros en cualquier pueblo y ante cualquier situación que detectemos, hacer una propuesta y someterla… y si es declarada de interés público, el tema de honorarios propios de la propuesta son resarcidos independientemente de que se vaya luego a concurso o quien vaya a hacer la ejecución, etc. Lo que nos permite a nosotros como arquitectos, realmente en gran medida -que yo entiendo que no teníamos antes- poner nuestra creatividad al servicio de la ciudadanía y someter propuestas que no requieren que uno mismo busque inversionistas multimillonarios, sino que el gobierno pueda asumir una parte dentro de un marco económico de un modelo de negocios viable. Creo que es una oportunidad única y que a nosotros nos está dando resultados. La administración actual del estado está muy a favor de ese esquema.
Luis Sabater Musa: Nosotros tenemos una opinión precisa aquí en A20 Arquitectos… Nos hemos dado cuenta de dos cambios a partir de la pandemia, son pequeños, no son tanto a nivel de ciudad, pero el programa arquitectónico que nos están pidiendo los desarrolladores después de la pandemia, ahora involucra mucho espacio abierto dentro de un apartamento o dentro de un complejo o pequeña urbanización; y también está involucrando el home office y esos centros comunes ya sea en un edificio o en un complejo de casas, donde la gente tenga un business center y pueda trabajar remoto. Ese nuevo ingrediente, quizás en cuatro años empiece a ser muy común, una vez se construya todo eso… Lo otro que hemos visto, es un incremento de desarrollo en la zona del este para la inversión, ni siquiera para segunda vivienda; nosotros hemos manejado ya muchos proyectos de 100, 200 y hasta 500 unidades habitacionales, pero que están dirigidos a un target de compradores internacionales, ni siquiera se mercadean aquí en República Dominicana. Le ponen los apartamentos a una tasa muy interesante para que el extranjero lo compre a modo de inversión y lo alquile a modo de Airbnb a personas locales que migran de las principales ciudades a vacacionar, e incluso a otros turistas de Europa o Estados Unidos que viajan a hospedarse en esos centros de inversión. Nosotros no sabemos cómo funciona eso porque es tan abundante y sentimos que está generando una gran masa de ciudad que no sabemos cómo funcionará a nivel de Airbnb solamente… estamos hablando de complejos grandísimos como Vistacana o todo lo que está sucediendo detrás del área de Coco Bongo ahí en downtown Puntacana. Básicamente es lo único que hemos visto que ha cambiado a raíz de esta situación de pandemia.
Eric Michelén: Quizás no quiero expresar nada nuevo. Yo me identifico con lo que acaba de decir Sabater, porque está sucediendo ese fenómeno sobre todo del area del este; muchos proyectos nuevos de ese tipo de viviendas y apartamentos… pero también estamos comprobando dos cosas que él mencionó: el desarrollo mayor de una arquitectura biofílica, una arquitectura verde, una arquitectura proyectada hacia la naturaleza, ya que la gente lo está buscando conscientemente y también una vuelta a la casa unifamiliar; por lo que hay nuevos proyectos aquí en la ciudad que contemplan las viviendas, ya no en apartamentos. Eso se desarrolla a partir de la pandemia, a mi juicio se ha agilizado de una manera vertiginosa y que puede crean en algún momento, una dificultad, por ejemplo: en el caso de Cap Cana y Puntacana está creciendo con un orden, pero yo no sé si con la velocidad que llevan ellos puedan mantener el entorno urbano de una forma correcta, sin que eso cree un daño debido al crecimiento tan acelerado, porque es anormal el crecimiento. Nosotros podemos ir ahora y volver dos meses después, y encontrar un desarrollo extraordinario nuevo, que se sigue haciendo. En nuestro propio taller oficina aquí la mayoría de los proyectos que entran, tienen que ver con esa zona del este además de proyectos en Cabrera; no sabía que Cabrera tenía un potencial tan grande como aparentemente tiene, con un nivel muy alto de inversión, inversiones extraordinarias. En otro sentido, aunque no se nota ahora, independiente de los males de la ciudad que ya algunos han sido mencionados por Omar y otros por Carlos Jorge, yo creo que hay un mal que se avecina si no se planifica. Esos proyectos multifamiliares se están comenzando a realizar, ya no a un nivel de personas de bajos recursos sino de personas de altos recursos en la periferia de la ciudad. Yo he escuchado de proyectos en la Jacobo Majluta; nosotros estamos trabajando en un proyecto similar en otra zona… ¿Y qué va a suceder en el tiempo cuando la ciudad siga creciendo si nosotros no vemos una planificación urbana muy clara de parte de los organismos del estado? Esto va a redundar en un deterioro de los servicios no solamente en el Polígono o en el centro de la ciudad sino también en esa expansión tan acelerada que estamos mirando. Por otro lado yo creo que está influyendo otro factor que es económico; el dinero colocado en los bancos no está produciendo prácticamente nada, y muchas personas se están volcando a los bienes raíces para tener una seguridad en la inversión, lo que está provocando un desarrollo extraordinario pos pandemia, así como en la pandemia se detuvo todo, ahora se ha acelerado todo de una forma anormal y extraordinaria positivamente tanto para los desarrolladores como para los arquitectos. Ese es básicamente el aporte que puedo hacer, adicionando a lo que los demás han dicho, que creo que tiene mucho de verdad y mucha razón en lo que han planteado.
Alejandro Marranzini: Yo creo que todo se ha dicho y se ha abarcado casi todo. Creo que hay una dinámica importante en lo que es el urbanismo; creo que finalmente no es una palabra solamente ya de arquitectos, aunque no todos sepan lo que es; ya la gente comienza a tratar de indagar un poco más sobre ello, o sea que hay una oportunidad buenísima en ese sentido con lo que está pasando ahora y tiene que ver mucho con la situación de la conectividad de la ciudad, que definitivamente se está dislocando y no creo que sea tan fácil resolver. Ese comportamiento va a causar que la ciudad se segregue por zonas, ¿no?… O sea, el que vive debajo de la 27 de febrero ya vive debajo de La 27 y hace su vida en ese territorio, el que vive al norte trata de hacer su vida al norte y eso pasa en muchas ciudades, tampoco podemos decir que es algo que no es normal, pero ya es algo que indica que hay diferentes territorios y cada territorio, tiene sus zonas de servicios. Se está generando ese tipo de situaciones que es bueno identificarlas, y comprender como se comporta el mercado alrededor de eso. Me está interesando mucho la manera de tratar de entender las situaciones que se están dando en el mercado inmobiliario, a nivel de qué tipo de productos están saliendo; yo sé las microunidades con Airbnb como inversión, es algo que está de moda, pero al final del día… hasta dónde llega esa inversión? hasta donde la gente se va a quedar en Airbnb, cómo reacciona ese mercado? Son cosas que no tengo muy claras, pero creo que estamos frente a un buen momento, o sea, las cosas están arriba de la mesa. Paul mencionó los temas que tienen que ver con alianza público-privada, que sabemos que es un tema un poco complejo pero en verdad hay oportunidades; la gente está demandando calidad de espacio, seguridad, que también es un tema que hay que tener a la vista, el de la dinámica de seguridad y creo que es un buen momento Cuquito, el que tú traes estos temas al frente del debate; en ese sentido cuenta con mi apoyo para poder tratar de crear una mesa de conversación, que produzca un documento que sirva para marcar donde estamos y hacia donde debemos de apuntar.
Omar Rancier: Antes de concluir quisiera agregar algo: uno de los fallos sistémicos graves es que no existen ni un marco legal, ni unos planes urbanos definidos. Se está trabajando en formular la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso de Suelo, que trata de regular todos los temas que tengan que ver con la administración del territorio, incluyendo los temas urbanos, proveyendo instrumentos como el establecimiento de los límites urbanos, para tratar de detener o controlar el crecimiento de las ciudades.Pero sobre todo también creando normas complementarias para que los ayuntamientos que no tengan planes, ni reglas, ni normas urbanas, tengan también un instrumento de planificación. La idea es que pueda salir este año, vamos a ver, obviamente es una ley que afecta muchos intereses… se está tratando de sacar un documento lo más correcto posible.
Carlos Jorge: Omar, quizás ustedes ya lo han pensado, pero a mí me llama mucho la atención que en todos los reglamentos urbanos que he visto, -las reglamentaciones del Polígono Central, diversos estudios, el POT (Plan de Ordenamiento Territorial) y otros- sólo se preocupan por los aspectos numéricos, tales como la densidad, la altura, y no hay ningún tipo de referencias estéticas; y con ello no me refiero a crear un lenguaje de arquitectura ni nada por el estilo pero si, a guardar cierta coherencia con la continuidad de los edificios y la continuidad de la calle. Yo vivo en el Polígono Central y aquello parece un zoológico a partir de la mezcla de diferentes alturas, proyectos, tipologías… El tema de arte cívico hay que meterlo en los códigos, para que por lo menos los edificios sean compatibles y coherentes y den continuidad al tejido urbano.
Omar Rancier: La tuya es una excelente observación que se puede plantear en las normativas municipales. Eso debe manejarlo el municipio. Creo que la tuya es una excelente observación que discutiremos.
Miguel Marte: Obviamente hubo un impacto del poder adquisitivo del dominicano, que en general disminuyó. Los constructores se dieron cuenta de ello tempranamente y entiendo que hubo una transformación en el tema inmobiliario; ese impacto se tradujo en muchos aspectos. Uno de ellos resultó en que los constructores optaran por unidades más pequeñas… En Santiago, donde tenemos la mayoría de nuestros proyectos, se mantuvo el empuje en cuanto a las terminaciones, pero se ofrecieron unidades más pequeñas. Eso en el ámbito inmobiliario, pero también en el ámbito urbano, y no sé si en otras ciudades sucedió lo mismo, aquí en Santiago los constructores empezaron a atacar la periferia y se han generado una especie de distritos en la ciudad. Debido a la inflación, los constructores optaron por buscar terrenos más asequibles, por consiguiente con terrenos más baratos, obtienen unas viviendas más pequeñas.
Gustavo Luís Moré: ¿Eso fue promovido desde el Ayuntamiento?
Miguel Marte: No, no, no, no… eso fue realmente desde el sector privado; obviamente, hubo un apoyo al final de la pandemia, de las instituciones del estado, cuando se empiezan a flexibilizar las normativas y la permisología. En Santiago empiezan a surgir áreas donde no se permitían ciertas alturas, y para fomentar ese desarrollo, se empiezan a permitir más alturas y a permitir mayores linderos. Digamos que en un solar en el que te permitían 12 niveles, ahora te permiten 16; asi puedes contrarrestar un poco el golpe o la carga que trajo toda la pandemia. Entonces surgen en estos sectores, como dije antes, a hacerse proyectos de unidades más pequeñas; los constructores que estaban acostumbrados a hacer unidades de 250 metros2 ahora estan haciendo 175, porque ese es su público, es su target… igual los proyectos que estaban en construcción o en ejecución; aquí habían muchos proyectos de apartamentos grandes que tuvieron que reinventarse en el proceso y rediseñarse, reducirse por el mismo impacto de los costos. Ahí vino de una vez el impacto de los chinos, y nuevamente tenemos el tema de la guerra en Ucrania que, aunque no lo estamos sintiendo, ya sería otro tema, pero igual es parte de lo que está viviendo la ciudad. Otro tema que ocupa a los técnicos, a los arquitectos, es el tema del abordaje de los proyectos para que los mismos sean rentables por los aumentos drásticos de costos y obviamente para los constructores, el primer ataque va a ser a la edificación en sí. Básicamente estamos en un proceso de reinvención de todos los factores que influyen en el desarrollo inmobiliario de la zona: las instituciones, los técnicos y los desarrolladores estamos en un proceso de reinvención…
Gustavo Luís Moré: ¿Ustedes piensan que el proceso de diseño-construcción-venta es un proceso sano o sea, se están dando buenas ventas, los proyectos están siendo exitosos? Creen que esa tendencia seguirá en Santiago?
Miguel Marte: Yo entiendo que sí, siempre y cuando esa reinvención sea eficiente. Han surgido muchísimos proyectos bajo esas condiciones. El tema de la guerra nos fuerza a ser más creativos en nuestro trabajo. Obviamente se ha dado un aumento drástico en la construcción y básicamente los promotores han seguido activos todos. En el caso de nosotros como firma de arquitectura y las inmobiliarias con las que trabajamos que son varias, seguimos iguales; el único punto es ese factor: estar conscientes de que el poder adquisitivo del dominicano bajó y las unidades ahora tienden a ser más pequeñas. También empiezan a surgir nuevos modelos de proyectos y de diseños…
Gustavo Luis Moré: Eso quiero preguntar, porque en la reciente edición de AAA de Santiago hemos visto cosas muy novedosas en la arquitectura santiaguera; no solamente la implantación urbana ha sufrido un cambio sino también la arquitectura…
Eduardo Sánchez: Hay un tema ahí Cuquito, muy interesante que también tuvo un gran impacto durante la pandemia y es que la gente empezó a valorar, y así como dice Miguel hubo un problema con el poder adquisitivo, pero también la gente empezó a valorar el tema de la vivienda y el caso de las casas volvió a tener auge porque la gente volvió al jardín, a convivir, no ya en un espacio cerrado sino en un espacio más abierto, más en contacto con la naturaleza y eso nos ha permitido también aquí llevar ese formato -digamos de espacio abierto-, de terraza y de jardín, de espacio intermedio; de volver a retomar la galería, la terraza y el jardín y lo hemos tratado de incorporarlo a los apartamentos y por primera vez hemos podido introducir esa temática y convencer a los desarrolladores de que se puede vender la terraza como espacio rentable…
Jesús Rosado: Eso surge de la combinación -como dice Miguel- de la baja del poder adquisitivo y el hecho de que en la pos pandemia la gente quiso volver a la casa; pero cuando se encuentra frente a la realidad de un poder adquisitivo reducido y se enfrenta a los precios mayores de una casa individual, los arquitectos hacen esa combinación de terrazas en los apartamentos.
Eduardo Sánchez El tema de la segunda vivienda en Jarabacoa ha tenido mucho impacto. ¡Hoy Jarabacoa verifica un boom extraordinario, como nunca!!!
Miguel Marte: ampliando en lo que Eduardo dijo, nosotros vimos que hubo un tema psicológico que quedó impregnado en todos los dominicanos post pandemia y -lo que decía Eduardo, se empieza a valor el jardín- y nosotros como firma, lo que hicimos fue jugar un poco con esa condición psicológica que había; empezamos a experimentar nuevas tipologías con el tema de los patios; por ejemplo ya de repente los proyectos no tenían esas grandes amenidades comunes, sino que las fragmentábamos a cada unidad; empiezan a ser más pequeñas, pero disgregadas en el mismo producto; empiezan a surgir las viviendas en hilera fruto de la inflación, viviendas pequeñas o edificios y proyectos de usos mixtos y un sin número de cosas a las que yo llamo “experimentos” que se han ido adecuando y han ido dando buenos resultados.
Gustavo Luís Moré: Jesús, ¿has visto el mismo efecto en alguna otra ciudad del Cibao?
Jesús Rosado: No de manera tan trascendental como en Santo Domingo, Santiago o Punta Cana… algo quizás muy moderado, pero nunca al nivel de esas ciudades.
Eduardo Sánchez Miguel señaló que donde ha tomado fuerza el desarrollo urbano, es la suburbia. Este valle donde se sitúa Santiago es muy productivo agrícolamente; y estamos perdiendo mucha tierra agrícola en pos de la urbanización inmobiliaria. Nosotros siempre hemos querido promover la verticalidad y una densidad sana, la densificación del tejido urbano. Ahí es que tenemos que hacer acuerdos con la municipalidad.
Miguel Marte: Estamos sujetos a una normativa que en cierta manera no tiene sentido porque hay muchas disposiciones que te limitan en altura sin ningún sentido. Nosotros tenemos métodos constructivos que nos permite subir al nivel que queramos, pero ellos han sectorizado y hay un tema de interpretación y como dice Eduardo se ha creado una ciudad de desplazamientos largos, muy horizontal. El valle, el área productiva, se está llenando y se están creando distritos por todos lados.
Eduardo Sánchez: La inserción de infraestructuras como el aeropuerto y esta red hospitalaria hacia el este….
Gustavo Luís Moré: A ustedes les va a tocar una santodominganización de Santiago…
Eduardo Sánchez: ¡No Cuquito noooo, eso no lo queremos!!! Hay un tema… el otro día fuimos un grupo de Santiago y uno de Santo Domingo a Colombia e hicimos una comparación analítica Santo Domingo / Bogotá / Medellín / Santiago… y toda la infraestructura de movilidad que está introduciendo Santiago con el monorriel-teleférico es un poco Medellín en versión cibaeña más o menos… Ojalá eso salve un poco la dispersión territorial…
Gustavo Luís Moré: Generalmente esas redes tienden a estabilizar esos procesos…
Gustavo Luis Moré: Esta conversación confirma algo que ya habíamos discutido en AAA a nivel de nuestro equipo editorial, y es que estamos ante un buen momento para la ciudad, que a pesar de la pausa que impuso la pandemia del COVID, se está produciendo mucho trabajo con nuevos requerimientos de calidad que los profesionales de la arquitectura estamos asumiendo. A todos ustedes les agradecemos habernos acompañado en esta mañana y haber compartido sus ideas.
Alejandro Marranzini
Carlos Jorge
Paul Toca
Eric Michelen Stefan
Luis Sabater Musa
Omar Rancier
Eduardo Sánchez
Jesús A. Rosado Uribe
Miguel Marte