Puesta en circulación del Pro_File 09 y la AAA071
Cuando Cuquito me propuso presentar su propio Pro_File en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, me dijo que le había entrado la nostalgia de presentar su obra en su Alma Mater, me alegré mucho y sin consultar la disponibilidad de la Sala Max Henríquez Ureña, lo que sé que ocasionó algunos dolores de cabeza al fraterno José Rafael Espaillat, vicerrector de gestión y encargado de administrar las salas de conferencias de la Universidad- le dije inmediatamente que sí, aun antes de haber informado al rector, Arq. Miguel Fiallo Calderón, quien aprobó entusiasmado la puesta en circulación. En ese momento pensé que presentar su obra, la obra de uno de los arquitectos más importantes del país, en su universidad, de la cual ha sido, y es profesor, y fue director de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo, de donde egresó en 1979, era un gesto que lo enaltecía como egresado y que, al mismo tiempo, honraba a la universidad, su universidad.
Para mi era, también, una manera de reciprocar la invitación que me hiciera cuando era director de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo para que impartiera la clase de Teoría de la Arquitectura. Soy parte de esta universidad por aquella generosa invitación de Cuquito, cosa que agradezco profundamente. Además, como no agradecer también, la invitación a que realizara un ensayo sobre su obra habitacional que aparece en este magnifico libro. Un libro que resume “los hechos mas singulares de una vida dedicada a hacer muchas cosas” como bien dice Cuquito en la introducción del libro.
Ver expuesta en un solo tomo toda la obra de Cuquito, incluyendo los proyectos no realizados y parte de su extensa obra teórica, constituye un aporte invaluable al conocimiento de la arquitectura dominicana a través de sus diferentes diseños y escritos. Un aporte invaluable tanto para los arquitectos y estudiantes de arquitectura, como para cualquier persona interesada en la arquitectura de esta media isla. Porque las obras y proyectos de Cuquito, son un repaso de las diferentes tendencias internacionales traducidas al dominicano, desde la posmodernidad de 1980 y 1990, hasta la contemporaneidad del siglo XXI. Desde el descifrar del habitar caribeño, de manos de Rossi y el regionalismo crítico, hasta la arquitectura institucional que de alguna manera muestra su deuda con la arquitectura moderna de su (nuestro) entrañable Guillermo González.
En el libro aparecen perfecta y bellamente documentados, algunos de los edificios y propuestas más interesantes de la arquitectura contemporánea dominicana como los edificios de la Suprema Corte de Justicia de Santo Domingo y la ampliación de la Biblioteca Nacional , ambas en colaboración con Juan Cristóbal Caro; la esbelta torre San Francisco, donde tiene su estudio, o su propia casa, un estupendo estudio sobre el habitar caribeño, para mencionar algunas. Además, están los proyectos no realizados, que se constituyen en verdaderas reflexiones sobre la arquitectura, el urbanismo, la filosofía del habitar y la dominicanidad.
Cada una de las tipologías es precedida por un ensayo de un arquitecto diferente, lo que le da una dimensión extra a esta publicación: la dimensión crítica, tan importante en el quehacer arquitectónico. Además, Cuquito deja una muestra de su lúcido pensamiento crítico en algunos textos y reflexiones que tocan desde notas autobiográficas y pensamientos filosóficos hasta el pensamiento espacial que rige su arquitectura.
Como buen músico, que lo es, Cuquito ha hecho una hermosa partitura. Un libro impresionante que muestra una obra impresionante.
Por cosas del destino –y de la ciudad- no estoy presente en este importante acto; pero desde que Cuquito me propuso lo de la puesta en circulación de su Pro_File, aquí en la UNPHU, pensé en decir algunas palabras en el evento y se que cuando hace tres días le dije que no podría estar con él este martes , lo sintió y lo se, porque me dijo que lo lamentaba, porque me tenía preparada una encerrona para que dijera algunas palabras. Y en ese momento le prometí que de alguna manera estaría presente. Eso hago. Y lo hago porque creo que Gustavo Luis Moré Guaschino es lo más parecido a un hombre del renacimiento que he conocido por su versatilidad, su creatividad y su don de gente y porque, como escribí alguna vez, aquella vez que lo conocí con el agua a la cintura en la paradisíaca playa del Portillo en Samaná, en los años 80 y después de hablar un rato con él supe que aquello era “el comienzo de una bella amistad” como le dijo Humphrey Bogart a Claude Rains al final de la magnifica película Casablanca.