Nuestra acostumbrada sección de Caribeanna, dedicada al arte y la cultura del Gran Caribe nos trae varias reseñas de importantes exposiciones locales, así como la propuesta de Transatlántico en la importante Galerie Philia en Ciudad de México que incluye la presencia de diseñadores dominicanos como Javier Reyes y Casa Alfarera y la dirección creativa del interiorista Jorge Brown Cott.
Rafael Álvarez, importante profesional dominicano afincado sólidamente en Nueva York nos trae la colección de alfombras The sea and the sand que hace nuestra portada y que en su propuesta estética contiene, en las propias palabras de Álvarez: “… el color, la sensualidad y la cadencia del trópico… pero sin curvas.”
Las circunstancias de los últimos dos años nos han obligado, a nivel mundial, a echar una mirada atenta al espacio doméstico. El encierro, el trabajo a distancia, la permanencia forzosa en el hogar hizo que el espacio residencial tomara una importancia señera en términos de diseño. El uso de los detalles para mejorar la vida diaria, la visión del exterior desde un interior protegido y hogareño y el valor de lo cotidiano como espacio de permanencia prolongada, tomó una importancia que se ha situado en el centro del quehacer profesional de diseñadores independientes y firmas organizadas.
Nuestra edición lo refleja, dando a conocer interesantes proyectos residenciales que reflejan la calidad de sus creadores.
La geometría caprichosa de una casa generada por las condiciones del solar sirve para integrar el exterior a una elaborada puesta en escena de interesantes espacios interiores de una villa en Casa de Campo. Un apartamento urbano combina una sobria paleta de colores con elegantes materiales de terminación; otra unidad expone la sobriedad de lo monocromático y neutral junto a hermosas obras de arte de destacados creadores. Lo clásico y lo moderno se combinan en espacios que poseen la marca de lo global y el dinámico avance de la escena de diseño en el país.
Las propuestas de interiorismo para negocios destinados a la gastronomía, prueban ser un reto para los diseñadores pues siempre se busca impactar con elementos que están a la mano, que son conocidos y que deben siempre mostrar el signo de lo diferente, de lo novedoso. Los proyectos reseñados en esta edición están indiscutiblemente a la altura de los requerimientos más exigentes.
Esta entrega especial, doble de AAA quiere llamar la atención sobre dos importantes trabajos en edificios de alto valor patrimonial: la intervención del histórico Hospital Docente Padre Billini que inició como un rescate de emergencia y terminó como un proceso integral que integró los esfuerzos de Patricia Reid Baquero y José Enrique Delmonte, junto a profesionales de distintas áreas de la construcción, de la conservación y del interiorismo; y por otra parte el proyecto residencial Católica Residences de la autoría conjunta del arquitecto francés Alain Perrier y el dominicano Ja’el García, que rescata y pone en valor la original Clínica Dr. Del Pozo -diseñada por el pivotal arquitecto Antonín Nechodoma- para convertirla en un proyecto habitacional de alta gama. Esta edición da la bienvenida en nuestras páginas, a los trabajos del colectivo Design Opera Architects, una dinámica firma dirigida por un joven talento dominicano, basada en Los Angeles, California, USA y que nos ofrece la frescura de una propuesta que combina a la vez lo progresista y lo tradicional para crear espacios acordes con los tiempos. De manera especial incluimos el apartamento Lil’ Italy que obtuvo el premio Grand Prize Winner for the Smallest Coolest Apartment Tech Contest, merecido galardón que hace justicia a una dinámica creativa que no tiene límites en riqueza conceptual ni en capacidad de ofrecer soluciones adecuadas y poseedoras de una calidad estética de alto nivel.
Andrés Mignucci Giannoni
Queremos dedicar íntegramente esta edición a nuestro hermano, amigo y colega Andrés Mignucci Giannoni. Las complicaciones del COVID no lo dejaron sanar por completo por meses, hasta que este síndrome cruel se mostró implacable con el destino de un hombre de una capacidad y talento extraordinarios, con quien colaboré en varias oportunidades en concursos de diseño premiados. Ya la dinámica de trabajo con Andrés, iba más allá de la arquitectura; habíamos dejado de ser boricua y dominicano. Tenía propuestas temáticas para varias ediciones realizadas de AAA; compartíamos el placer de tocar música juntos, de un repertorio que nos era común y disfrutábamos enormemente.
Pero el Andrés que quisiera recordar, era el Andrés capaz de interactuar con equipos humanos desconocidos, con los cuales pudimos armar propuestas siempre abiertas, contemporáneas, en las que resultaba imposible distinguir -y además intrascendente- el aporte profesional de cada integrante. Era un creador fundamentalmente democrático, respetuoso de las ideas de otros, transformadas por ambos, como cabecillas de equipo.
Andrés nos va a hacer mucha falta. Guardaré su legado como una de las pocas personas de la región del Gran Caribe, con quien fue posible vincular culturas, crear nuevos enfoques siempre pertenecientes al universo caribeño. Y esto, en verdad, era un hecho casi milagroso.
En la edición próxima, levantaremos un inventario bibliográfico, tan amplio como su conocimiento le permitía compartir el exquisito diseño, como la refinada escritura.
Que Dios te bendiga querido hermano mio!
(GLM)